La historia de ROSA NAVARRO MARÍ, que dió nombre al INSTITUTO DE OLULA DEL RÍO (ALMERÍA)

 
Hola,

Hoy voy a hablaros de Rosa Navarro Marí, la mujer que dio nombre al instituto donde estudié. Fue profesora de Biología en el centro, trabajo que compatibilizó con el de farmacéutica de oficina de farmacia e inspectora de sanidad. Como veis, fue una persona muy activa en la comunidad, querida y respetada por todos

Nació en Ibiza en 1948, hija de guardia civil, fue cambiando de domicilio con frecuencia. Era la mayor de 6 hermanos, le tocó vivir una época difícil, los coletazos de la post-guerra. Acabada la educación primaria obligatoria, su familia carecía de medios económicos para que continuara sus estudios. Tuvo la suerte de que en la planta baja de su vivienda hubiese una academia privada, donde preparaban a los estudiantes para que se presentaran a reválida, en turno libre. Ella se acomodaba en su ventana, y escuchaba atenta todos los días, hasta que uno de los profesores fue a hablar con sus padres, proponiéndoles que se presentara a los exámenes, que él creía que tenía posibilidades. El día que aprobó los exámenes de ingreso, su vida dio un giro. A partir de ese momento, estudió con beca, primero en el instituto de Lorca. Posteriormente hizo Farmacia en la Universidad de Barcelona, siendo premio extraordinario fin de carrera. Gracias a su beca, pudo ayudar a sus hermanos a iniciar sus estudios, todos ellos llegaron a ser titulados universitarios. Ya con dos hijos, decidió estudiar biología, trasladándose con ellos a Granada, donde consiguió la titulación en dos años.

Además de ser una abnegada trabajadora, en un mundo de hombres, en el que las mujeres continuaban siendo mayoritariamente “amas de casa”, nunca dejó de ser una demócrata convencida, luchando por los derechos de la mujer. Participó activamente en las primeras elecciones democráticas, recorriendo pueblos pegando carteles, apoyando al partido que en ese momento encabezaba Tierno Galván.

Lamentablemente, tuvo una corta existencia, falleciendo a los 38 años, tras 8 años de larga enfermedad. Hasta en esto demostró su espíritu luchador, su fuerza de voluntad, su vitalidad. Tal como se publicó en un periódico provincial de la época “ En todo este tiempo su figura fue modélica, ya que a pesar de haber estado padeciendo un cáncer que la dañó un pecho, después el cerebro y por último los pulmones, sufriendo tres intervenciones quirúrgicas y tratamientos intensivos de radioterapia y quimioterapia, ha estado impartiendo sus clases con absoluta eficacia y profesionalidad, muriendo en servicio activo”.

Creo que su figura ha contribuido a construir una sociedad más igualitaria, siendo un ejemplo para su comunidad. Como hemos mencionado, desarrolló tres trabajos a la vez

Como docente, fue un modelo a seguir para sus alumnas, mostrando que otra forma de ser mujer era posible, que la carrera profesional no les estaba vetada, sin importar la condición social, aunque había que tener una gran fuerza de voluntad.

En la oficina de farmacia montó un laboratorio de análisis clínicos, mejorando la calidad asistencial en una zona que por entonces estaba bastante aislada.

Por otra parte, en su labor de inspectora sanitaria, recorría los comercios, educando a los distintos gremios en la Salud Pública.

Finalmente, fue capaz de dar el salto a la vida pública, participando activamente en campañas electorales, en un momento en el que aún era “escandaloso” que una mujer fuese de pueblo en pueblo, defendiendo el derecho al voto, cuando aún estábamos saliendo de una época oscura.

Una vez argumentada mi elección, tengo que confesar que he querido aprovechar este reto para rendir un homenaje a mi madre, una mujer adelantada a su época, que ha sido un gran referente para mí, aunque no pude disfrutar todo lo que hubiera querido a su lado. Aprovecho esta confesión personal, para hacer también un pequeño homenaje a mi padre, que remó a favor de la igualdad, contribuyendo a que mi madre desarrollara todo su potencial, siendo el pilar de nuestra familia.

Para la elaboración de este ensayo he consultado publicaciones de periódicos de la época, que os muestro, por si he despertado vuestra curiosidad, pero como podéis imaginar, también he recurrido a mi padre, mis tíos, y a recuerdos de mi infancia.  Aún me vienen a la cabeza imágenes de mi abuela (su suegra) escandalizada, cuando nos vio llegar a mi hermano y a mí acompañando a mi madre a pegar carteles, en el pueblo en el que mi abuelo había sido alcalde durante cuarenta años.

Es un orgullo para mí que su historia se haya fundido con la de su comunidad, dando nombre al Instituto de Enseñanza secundaria de Olula del Río, en Almería, el IES “Rosa Navarro”.

 



 








 


 

Comentarios

Entradas populares